De vacaciones ya, y después de un campamento con 12 días en los que desentenderse del resto del mundo (que a la vuelta me ha dado más miedo que al irme) me apetece motivarme. Salir por ahí, sin decirle a nadie dónde. Salir, saltar a un tren e ir a Howarts o a Londres o a Jamaica, quién sabe. Aterrizar en un slumdog en medio de la India y saber lo que es vivir y ayudar a que otros puedan. Morirse en una cuneta y que nadie lo sepa, o hacer otras cosas sin que se sepan, por tu bien o el de otros. Coger la fama y tocarla con la punta de los dedos. Sobrepasarse y disfrutar y vivir a partes iguales. Que lo que pase en verano, se queda en verano. Revivir el del 1969. Tirarme a Jim Morrison o a Hendrix en la cuneta antes mencionada. Volar sobre las colinas de europa sobre los lomos de algo que volase o no, que las drogas son traicioneras.
Y entonces me desperté en mi cama de Burgos, dando vueltas a la estatua del cid comiendo palomitas recalentadas de 1 euro y muriéndome del asco.
Gaviotas, la envidia me corroe, y es de la mala, muy mala, solo aviso... QUIÉN FUERA LIBRE para volar sin alas.
Cap. 11
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Jack Taylor lanzaba miradas furtivas a Jamie entre su melena despeinada,
miradas que Jam devolvía acompañadas de una sonrisilla travies. En unas
cuantas, J...
Dios, aún me pregunto cómo puedes escribir así. Es fascinante, en serio.
ResponderEliminarTodos tenemos ganas de sentirnos libres.
ResponderEliminarEscribes muy bien